Jesús Medina Palacios
Entre las varias actividades que ha desarrollado, ha sido capacitador en instituciones bancarias y maestro en "talleres de la palabra" en escuelas públicas de bachillerato, en instancias educativas privadas y en grupos políticos. Según el autor, “una rebeldía innata, en oposición a la fuerza de la costumbre y a las normas establecidas, me lanzó a la búsqueda de alternativas de lucha consciente; la cual, como otros actos de mi vida, se fue llenando de obstáculos y confusiones hasta llegar a la firme idea de que debía demandar la observancia y vigencia de los derechos humanos. Encontré en el poder de la oratoria el vehículo ideal para difundir, conmover y persuadir sobre el tema.
”Aunque me vi obligado a interrumpir mis estudios profesionales de psicología, vi la posibilidad de prepararme dentro de mi ámbito laboral. Recibí una intensa capacitación sobre desarrollo humano en una institución bancaria de prestigio en la que trabajé. Posteriormente, en esa empresa pasé a ser el capacitador de los cursos sobre el tema. Trabajé seis años en capacitación y seis como funcionario bancario.
“En otra etapa de mi historia laboral impartí durante cuatro años clases de oratoria y declamación en una escuela de bachillerato, donde, a través de mis alumnas, conseguí muchas satisfacciones en los concursos que organizaba la SEP en estas disciplinas con el tema de los Derechos Humanos.
”Mas adelante, mi destino me llevó a trabajar tres años en la Secretaría de Desarrollo Social, donde recibí la más intensa preparación en el mayor de los conocimientos: “el conocimiento humano”. Como responsable —durante tres años en la Delegación Xochimilco— de atender a seis mil familias de escasos recursos, principalmente de zonas bastante marginadas, les proporcioné, entre otras cosas, capacitación en desarrollo humano. De este modo conocí las complicaciones, riesgos y carencias que viven estas familias.
“Después de esta maravillosa experiencia, en los últimos años mi incursión en la política me ha proporcionado un amplio foro de expresión y me ha dado la oportunidad de demandar el respeto a la dignidad humana y a los derechos del ciudadano. Sigo impartiendo cursos y talleres principalmente sobre el mismo aspecto; tanto en oratoria, como en declamación”.
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